Enrique Mendoza fue siempre aficionado al vino y cuando la vida y el trabajo se lo permitieron decidió dedicarse a la viticultura.

 

El éxito de una empresa que inicialmente no fue más que un flechazo, pronto se fue transformando en una bodega que en poco más de treinta años, gracias a una familia totalmente identificada con el  proyecto, se desarrolló en lo que ahora es.

Pepe Mendoza nos enseña su bodega

 

En L´Alfaz germino la idea y allí nacieron las primeras cepas que, poco a poco, fueron creciendo y extendiéndose a otras comarcas, siempre en la zona de Alicante, y bajo su denominación de origen han ido elaborándose siempre los caldos de Mendoza.

 

Hoy salen de estas bodegas hasta 350,000 botellas, mayormente de cepas tintas, pero sin olvidar tampoco los caldos blancos, entre los que ocupa un importante lugar  la variedad autóctona de Moscatel, viñedo que se encuentra a tan solo unos pasos de las instalaciones.

 

Aunque, las variedades más nobles, como el Chardonnay en variedades blancas;  Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir,Shiraz, Petit Verdot y Monastrell entre las variedades  tintas, son el andamio principal de su esfuerzo. 

 

A todo lo anterior dicho se le añade un cuidado extremo y meticuloso en la elección de las maderas de sus barricas. El roble Francés principalmente y también Americano envejecen estos caldos.

 

Mendoza es fundamentalmente una empresa cien por cien familiar, creada por una persona con una idea segura de lo que se quería crear y que luego ha seguido desarrollando con idéntico amor la familia. Mendoza es una empresa modélica en su nivel y en sus objetivos, naturalmente alejados de las grandes multinacionales.

 

La visita a sus instalaciones permitiría degustar sus vinos e incluso acordar previa llamada, comer en las instalaciones.

 

 

 

F.J.Villaplana.

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