Entrevistamos a Javier Marroquin.

Dentro del conjunto urbanístico de Sierra Cortina se encuentra un campo de golf denominado PITCH and PUTT  que ha traído a la zona una nueva manera de entender el tiempo libre y de ocio. Para conocerlo de primera mano, Javier Marroquín, uno de los gestores encargados de la explotación del campo de golf, explica los pormenores y las características de este proyecto.

¿Cómo surge la idea de poner en marcha el campo de golf?

Se trata de un proyecto especial, que necesita mucho menos terreno que un campo de golf tradicional. Hablamos de unas 6 hectáreas frente a 50 o 60. Cuando vimos que el complejo contaba con terreno disponible propusimos usar el suelo para aportar un valor añadido al residencial. Así en 2006 comenzaron unas obras que aún no están concluidas, pero que desde 2008 nos permiten funcionar.

¿Qué particularidades tiene?javier marroquin

Tiene muchas ventajas con respecto al golf tradicional. La primera de ellas es que es mucho más económico practicar deporte, unos 15 euros de media por recorrido. También supone un menor empleo de tiempo, ya que dedicándole 2 horas puedes disfrutar al máximo, mientras que el golf tradicional se traduce en algo más de 4 horas y media. Esta particularidad, hace que los que lo practiquen no tengan que contar con una técnica depurada en el golpe. Esto se traduce en menos tiempo de aprendizaje y resulta más gratificante para cualquier persona.

¿Qué tipo de cliente demanda este servicio?

Hay mucha variedad en la clientela. En general se trata de jugadores residentes, de nivel adquisitivo medio que buscan iniciarse en el deporte. Pese a ello, no hay un perfil marcado de cliente, tenemos que luchar por mantener a esa gente y motivarla con torneos, actividades, competiciones, etc.

¿Qué le falta a las instalaciones para completar la oferta?

Faltan complementos, entre ellos el club social y el campo de prácticas. De momento los tenemos de manera provisional. También contamos con un servicio de alquiler de material, muy demandado por los visitantes, sobre todo los británicos, ya que desde sus países de origen contratan paquetes vacacionales que incluyen este servicio.

¿En qué medida han notado la crisis?

En cierta manera no nos ha venido mal. Con el perfil de cliente con el que contamos, con un nivel adquisitivo medio, el golf es un deporte que funciona. Los jugadores siguen viniendo, sobre todo los que no pueden permitirse acceder al golf tradicional. No renuncian a practicar su deporte favorito, con lo que somos una alternativa a tener en cuenta.

¿Qué grado de importancia tienen este tipo de iniciativas en la zona?

Creo que estos proyectos van a proliferar en el futuro. Se trata de grandes inversiones, generalmente privadas, vinculadas al sector inmobiliario. Con la situación del suelo urbanizable y el mercado hay que generar valores añadidos a las viviendas, y ésta es una buena alternativa a lo que se ha hecho hasta el momento. Los ayuntamientos también deberían vincularse a estas iniciativas, ya que no requiere grandes esfuerzos.

Estos proyectos vienen de Cataluña, donde hay 35 campos de estas características y cerca de 40.000 jugadores. En la Comunidad Valenciana, en cambio, hablamos de 7 campos, todos ellos de 9 hoyos a excepción del nuestro, que cuenta con 18.

¿Qué mantenimiento necesitan las instalaciones?

Principalmente segamos el green y lo regamos todas las noches, por sectores. Cada punto tiene una estación meteorológica que recoge los datos necesarios y conecta los riegos según los parámetros. El agua utilizada es residual, por lo que se trata de una solución para aprovecharla y no desecharla.

 

 

Leticia Murillo.

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